La agilidad depende de varios factores cognitivos: atención, capacidad de concentración, memoria, velocidad en el procesamiento de la información, creatividad y habilidades visuoespaciales, entre otros.
También depende de factores emocionales, como el optimismo, el buen humor y las relaciones saludables con uno mismo y con los demás. Orgánicamente, y hablando siempre de cerebros sanos, tienen mucha influencia la neurogénesis, que es la generación de nuevas neuronas, y la mielinización, que agiliza el flujo y el procesamiento de la información que ingresa al cerebro.
Prácticas principales
1. Ejercicios para desarrollar la agilidad mental
2. Ejercicios para cambiar lo que queremos cambiar
3. Ejercicios para desarrollar la capacidad creativa
4. Ejercicios para propiciar la neurogénesis en forma natural.